Infecciones intra hospitalarias
En 2010, alrededor de 35,1 millones de estadounidenses pasaron al menos una noche en el hospital (1). EL Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos estima que el 5% de los pacientes hospitalizados sufren de una infección intrahospitalaria. Este tipo de infecciones causan alrededor de 99.000 muertes cada año (2), lo que supone una pérdida de 10.000 millones de dólares cada año (3) en gastos de salud pública.
Si bien las infecciones nosocomiales se fueron controlando con la llegada de la penicilina y otros antibióticos, la preocupación por la propagación de infecciones ha aumentado recientemente por el aumento de las bacterias resistentes a los antibióticos. Hoy en día, las infecciones resistentes a los antibióticos no muestran signos de detenerse. Estas infecciones se han atribuido a la presencia de bacterias nocivas, mal uso de antibióticos, a los procedimientos de control de la infección y las normas de esterilidad. De hecho, se ha establecido que para el 2050, las muertes producto de bacterias resistentes a antibióticos superará a las muertes por cáncer.
Bajo las luces, en los equipos, pantallas, sábanas, almohadas y en las camillas, vive un gran número de microbios que se adaptaron a distintos ambientes y condiciones, sobreviviendo a pesar de la limpieza y sanitización del lugar. Esta realidad demuestra la urgencia de contar con tecnologías que permitan disminuir la propagación y reproducción de estos microbios que causan infecciones y enfermedades, que comprometen nuestra salud y las condiciones de los ambientes hospitalarios. En Copptech hemos desarrollado diferentes soluciones para ser aplicadas en hospitales, desde textiles, pinturas, barnices, plásticos y más, para contribuir a la disminución de propagación de infecciones y las enfermedades intrahospitalarias.
Referencias:
(1)https://www.cdc.gov/nchs/data/nhds/1general/2010gen1_agesexalos.pdf
(2)https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/003335490712200205
(3)https://jamanetwork.com/journals/jamainternalmedicine/article-abstract/1733452