Una amenaza silenciosa en su hogar, que avanza inadvertida. Son tan voraces que pueden derribar una casa entera, comiéndose su estructura de madera y celulosa o sus cimientos.
Existen dos tipos de termitas:
1) El primer tipo son las termitas oscuras y aladas. Se pueden ver más a menudo durante la primavera. Durante el verano, también se pueden ver las que se alimentan de madera seca, y durante el otoño, las más frecuentes son las voladoras.
2) El segundo tipo son las termitas blancas. No suelen salir, quedándose dentro de elementos de madera. Cuando salen es para regular la humedad y la temperatura, suelen protegerse con un tipo de arcilla que segregan.
Las termitas suelen permanecer en el interior de la madera, pero cuando entran en contacto con el ser humano, se defienden. Su picadura no es tóxica, pero puede picar, hinchar, quemar y doler, sobre todo si se tiene predisposición a reacciones alérgicas.
La saliva y los excrementos de las termitas que entran en contacto con la piel pueden provocar dermatitis de contacto y otras reacciones alérgicas.
A las termitas les gustan los ambientes húmedos, donde tiende a crecer el moho, y cuando se arrastran o mastican la madera, esparcen moho a su paso. Es un ciclo de propagación de patógenos.
Tratar usted mismo una infestación de termitas es buscarse problemas. Los plaguicidas contra termitas pueden ser nocivos para el ser humano en manos inexpertas. Pide siempre la opinión de un experto sobre cómo deshacerte de las termitas, y prefiere elementos que no puedan ser dañados por ellas a la hora de construir tu casa.